El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee. (Umberto Eco)

miércoles, 9 de agosto de 2017

Parábolas y catástrofes, de René Thom

Por Er-Murazor miércoles, agosto 09, 2017 , Sin comentarios
Llegué por casualidad a este libro. Vi una mención por Internet a "la revolucionaria teoría de las catástrofes de René Thom" que "clasifica todos los tipos de catástrofes naturales" existentes.

La cita me extrañó un poco, así que busqué información. Localizé un artículo de divulgación en biología, y después este libro, que ha sido mi segunda lectura del año.

El libro tiene dos partes. Una está bien y de la otra hablaré al final. En primer lugar, la obra nos cuenta un poco en qué ha consistido el trabajo de Thom. Lo que hizo Thom fue utilizar técnicas de topología diferencial (que si no es la rama más abstracta de la matemática actual debe faltarle poco) para describir las soluciones de ciertas ecuaciones diferenciales (sistemas dinámicos, en realidad). Es decir, Thom no resolvía las ecuaciones (en el sentido de dar un formulación exacta de la solución), sino que describía cuáles eran las características de esas soluciones, en particular sus puntos críticos (que es a lo que él llama "catástrofes", no en el sentido de "evento desastroso, Bendis pasa a guionizar tu colección favorita" sino en el de "cambio brusco de las condiciones del sistema"). Como estas ecuaciones pueden utilizarse para describir ciertos fenómenos naturales, se consigue el titular: "René Thom ha clasificado las catástrofes naturales". Falta la coletilla, claro: "las catástrofes naturales descritas por su sistema".

El trabajo de Thom, que no pretendo entender por completo, le valió una medalla Fields allá por 1958. Hasta ahí, bien, y si el libro fuera una exposición de la teoría sería bastante interesante. Lo malo es que el libro es una entrevista al autor, y la sensación que yo he sacado de esta entrevista es que a Thom se le subió el éxito a la cabeza. En la entrevista pretende que su teoría se debe aplicar a todo, y todo es TODO: matemática, biología, lingüística,... En las últimas cincuenta o cien páginas tuve la impresión de estar leyendo a un tipo que pretende que su crecepelo infalible cura el dolor de muelas, la artrosis y la impotencia. No me atrevo a ser categórico en esta afirmación, porque como ya digo no llegué a entender bien la primera parte, en la que se exponen los descubrimientos de Thom (para eso, habría necesitado un libro de texto, no uno de divulgación, y más horas de las que estaba dispuesto a gastar en este tema), pero la verdad es que este es uno de tantos casos en que me resulta más interesante la labor del científico que su opinión sobre el mundo. Tampoco hay que echarle la culpa al libro, que el título no engaña: Son entrevistas con el autor, no una exposición de su obra. Es solo que yo no esperaba que el autor tuviera unas opiniones tan altas de su propio trabajo.

En fin, al menos he aprendido qué se supone que es la teoría de catástrofes. Creo que dice poco de la ciencia que alguien pueda licenciarse en algo sin haber oído mencionar grandes logros de su materia de cuarenta años antes, pero así es la vida.



     (3/5)


(le pongo tres estrellas porque me da un poco de vergüenza suspender un libro cuya parte interesante no he terminado de entender, pero si por mi gusto fuera no pasaría de una y media).
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lunes, 7 de agosto de 2017

Imperio (Roma II), de Steven Saylor.

Por Er-Murazor lunes, agosto 07, 2017 , Sin comentarios
Tenía pendiente desde hacía mucho tiempo esta novela, continuación de Roma, que me gustó bastante en su momento.

"Roma" es una historia novelada de la ciudad de Roma, desde su fundación hasta la muerte de César. La novela va siguiendo los avatares de los descendientes de dos individuos que estuvieron en la fundación de la ciudad y que fundaron sendas familias aristocráticas (una de ellas, relacionada con el culto de un olvidado dios itálico).

Lo que en otras novelas resulta algo increíble, en esta situación es muy natural, porque es cierto que los romanos tenían mucho apego por las genealogías y que muchas familias nobles de finales de la República remontaban sus orígenes a la fundación (el propio Julio César se decía descendiente de Eneas). Luego sería verdad o no, pero árboles genealógicos de esos se pueden incluso encontrar por la red. Así que no es descabellado que dos familias (los Pinario y los Poticio) duraran setecientos años desde la fundación de la Urbs hasta el final de la República.

La novela va estructurada por capítulos, en cada uno de los cuales se recoge algún hito importante de la historia de la ciudad: la fundación, la caída de la monarquía, alguna guerra púnica que otra, la caída y saqueo de la ciudad a manos de los galos y el famoso episodio de las ocas sagradas,... Saylor se ha estudiado bien la historia y consigue una novela totalmente absorbente. No es, además, una historia de la República, sino de la ciudad, pues los protagonistas nunca salen de ella y todos los acontecimientos externos son contados por terceros observadores.

En fin, que la novela está muy bien. En sus propias palabras, Saylor decidió terminar Roma en la caída de la República porque tras las reformas augústeas, la ciudad pasó a ser otra cosa. La vida pública dejó de estar centrada en los magistrados para pasar a orbitar en torno a la figura del imperator, y el ser períodos muy bien documentados (siempre que admitamos Suetonio como animal de compañía) hace más difícil meter personajes inventados entre los recovecos de la historia. Más difícil aún es lograr que sobrevivan a las numerosas purgas que los Julio-Claudios hicieron entre las familias senatoriales.

Sin embargo, se ve que Roma tuvo éxito suficiente como para que el autor se planteara una secuela, y ese es el libro del que (teóricamente) se habla en este post. Continuamos con los avatares de la familia superviviente al primer libro, que acompaña a los emperadores desde Augusto hasta Adriano. El autor consigue que las purgas citadas no afecten a sus protagonistas mediante un oportuno exilio durante los peores años de represión y se los trae de vuelta cuando las cosas se tranquilizan. Los familiares sobreviven a dos cambios de dinastía y terminan el libro mirando con optimismo al futuro del imperio al final del reinado de Adriano (ya saben, nunca en la Historia hubo tanta gente tan feliz durante tanto tiempo como en Roma bajo el reinado de los Antoninos). La novela se lee igual de rápida que su antecesora, aunque como Saylor no puede dar saltos centenarios cuando le apetece tiene cambios de ritmo acordes al emperador que protagoniza cada capítulo: la parte de Nerón es emocionantísima, la de Vespasiano un tanto gris y la de Trajano y Adriano, aburridamente próspera, por ejemplo. La novela sufre precisamente porque el capítulo más rutinario está al final, con los emperadores hispanos. Se saca petróleo de las excentricidades de Adriano, que las tenía, pero nada comparable a las más conocidas de Calígula, Nerón y Domiciano (con Calígula, en concreto, hay una escena de sadismo que pone los pelos de punta por la tortura psicológica que supone). Pese a ello, la novela deja muy buen sabor de boca y yo le compraría encantado a Saylor una continuación que comenzase con Cómodo (no le veo capaz de contar nada interesante con los emperadores intermedios), siguiese con los Severos y acabase con Constantino. Estoy seguro de que sería, cuando menos, muy entretenida.



     (4/5)
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lunes, 15 de agosto de 2016

Azogue (Ciclo Barroco I), de Neal Stephenson

Por Interloper lunes, agosto 15, 2016 , Sin comentarios
El Ciclo Barroco. La trilogía donde Neal Stephenson se adentra en la Europa de finales del siglo XVII y principios del XVIII y nos narra, a través de los ojos de sus personajes, algunos de los sucesos centrales de aquella época convulsa.

Neal, te voy a decir una cosa, en confianza y entre colegas, ahora que no nos oye nadie:

Cambia de editor. Búscate a uno que tenga lo que hay que tener para decirte cosas como "No, mira, estas doscientas páginas de paja hay que recortarlas" o "Voy ya por más de la mitad del libro y todavía no ha pasado nada interesante". Ya sabes, esas minucias.

Porque después de haber hecho penitenc... leído, después de haber leído sus aproximadamente 900 páginas la sensación con la que he terminado es la de que no ha sucedido absolutamente nada en ellas. Azogue es un ejercicio de onanismo literario por parte de Stephenson, una demostración pedante de los vastos conocimientos del autor acerca de la época en la que transcurre la narración, y poco más. Todo ello con una puesta en escena errática, confusa y decepcionante.

Solo hay dos escenas (y estoy siendo generoso) que se puedan rescatar de entre los escombros de este descarrilamiento de novela. Dos, entre novecientas páginas. Dos, que no compensan ni de cerca el resto del libro. Azogue es denso, insulso e innecesariamente largo. Y lo peor que tiene este libro es que, cuando por fin consigues terminarlo, todavía quedan otros dos (La Confusión y El Sistema del Mundo) para completar la trilogía. Ya os digo yo que no leeréis reseñas mías de los dos siguientes volúmenes. Ya he desperdiciado suficiente tiempo con este. Yo me bajo de este carro.

También hay que decir que en su momento Criptonomicón me pareció igual de malo, y sin embargo hay mucha gente a quien le pafece una gran obra. Así que quién sabe, habiendo gustos para todos los tipos, también habrá quien considere Azogue una genialidad. Pero no seré yo, desde luego.

     (1.5/5)
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miércoles, 3 de agosto de 2016

El rithmatista, de Brandon Sanderson

Por Er-Murazor miércoles, agosto 03, 2016 , Sin comentarios
Pues sí, ¡otro libro de Brandon Sanderson! En mi campaña por ponerme al día con este autor, me toca esta obra menor que podríamos encuadrar dentro del subgénero "escuela de magos".

Sanderson es un señor que rara vez decepciona. Esta obra tiene todas sus características: sistema de magia trabajado, protagonistas tópicos y trama acelerada para que no se aburra nadie.

El protagonista de esta novela, Joel, quiere más que nada ser un rithmatista. ¿Y eso qué es? Son unos señores que hacen magia con tizas. La Rithmática es el arte de pintar figuritas con tiza en el suelo y ente con forma de bicho) y figuras defensivas (con formas geométricas). Supongo que podría haber otro tipo de figuras (bichos que te trajeran el café o algo así), pero el caso es que hay una guerra en algún sitio lejos y la Rithmática se utiliza solo como arma. Como matemático que soy, las figuras defensivas me hacen gracia porque Sanderson ha empollado bastante geometría para darle un poco de verosimilitud al asunto. Lo que cuenta no tiene pies ni cabeza, claro, pero al menos se ha documentado en vez de inventarse los nombres directamente. Cuanto más detallados sean los dibujos, más fuerte es el bicho (o la defensa), pero claro, cuanto más tardes en dibujar más fácil es que un bicho pintado con cuatro palotes te coja desprevenido. Un sistema aparentemente muy sencillo, pero que se complica con escuelas de pensamiento, técnicas concretas y todo lo que el autor necesita meter.

Bueno, pues eso, que Joel quiere ser rithmatista. Pero no puede porque no tiene el don. Encima no puede quitarse la obsesión de encima porque vive en un escuela para rithmatistas (su madre trabaja allí), con lo que se pasa el día viéndolos. Vamos, como si quisieras ser dibujante de tebeos y tu madre fuera la chacha de Jack Kirby. El pobre Joel se pasa la vida intentando colarse en las clases a ver si pesca algo (y con todos los aprendices de rithmatistas mirándole raro, "joder, con lo coñazo que es la escuela y el friki este nada más que queriendo entrar"). La acción se desata cuando empieza a haber unos asesinatos bastante misteriosos y Joel se las arregla para que le dejen ayudar en la investigación. A partir de ahí todo se encamina a la sorpresa final y el desenlace del libro... desenlace un poco en falso, porque aunque no lo ponga por ningún sitio resulta que este libro es el primero de una trilogía. Trilogía que el propio autor dice que tiene abandonada, así que a saber cuándo nos enteraremos del final. Aun así, el libro es más o menos autocontenido y es solo la trama principal de la guerra lejana la que queda coja. Sin ser una obra maestra, es muy entretenido y Sanderson logra colar OTRO sistema de magia sin hacerse cansino. Recomendado.

     (5/5)
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domingo, 31 de julio de 2016

Transmetropolitan, de Warren Ellis y Darick Robertson

Por Er-Murazor domingo, julio 31, 2016 , , , Sin comentarios
Transmetropolitan es un tebeo de ciencia ficción (ligeramente) cyberpunk guionizado por Warren Ellis, dibujado por Darick Robertson y publicado en 60 entregas entre 1997 y 2002. Como dato editorial curioso, hay que decir que empezó en Helix, un sello que la editorial DC creó para publicar obras de ciencia ficción y terminó en Vertigo, el sello adulto "para todo" de la misma editorial.

Warren Ellis es un escritor con una vena provocadora y bastante gamberra. No llega a los extremos de un Garth Ennis, pero a veces le falta poco. Sabiendo eso, una obra suya tiene pocos números para gustarme porque soy un poco perezoso para el humor de sal gruesa. Cogí este tebeo, por tanto, con bastantes reticencias. Y me sorprendí muy gratamente, porque me ha gustado mucho. Ellis se queda a gusto con todas las gamberradas y barbaridades que se le ocurren, pero cuela una trama interesante, unos personajes totalmente disparatados pero muy entretenidos y algunos ataques a la sociedad actual muy afilados.

Transmetropolitan es la historia de Spider Jerusalem, un antiguo periodista que trabajaba en el diario más importante de la Ciudad (una megalópolis sin nombre que simboliza el crecimiento urbano más desenfrenado e inhumano). Spider era politoxicómano, misógino, misántropo, egoísta, desconsiderado y despiadado con amigos y enemigos, pero sus jefes le permiten todo esto porque es muy bueno en su trabajo. Hace cuatro años, su periódico le encargó cubrir las elecciones presidenciales y Spider se entregó a la tarea de desacreditar a un líder político que era... bueno, que era Donald Trump, básicamente. Este candidato, al que Spider apodó "la Bestia", ganó las elecciones y Jerusalem, asqueado del mundo, se retiró a una cabaña en el monte y se dedicó a seguir drogándose y hacer vida salvaje hasta adquirir un aspecto sospechosamente parecido a Alan Moore.

Eso fue hace cuatro años, y la historia comienza cuando el editor de las novelas de Spider lo localiza y le recuerda que le debe dos novelas. Spider se niega a hacer nada que tenga que ver con la civilización, pero el editor le recuerda que tiene un contrato y debe cumplirlo o lo enchironará. Resignado, Spider vuelve a la civilización y para ganarse la vida apalabra una columna de actualidad semanal con un periódico. Hay nuevas elecciones presidenciales y La Bestia se presenta a la reelección, pero Spider no quiere limitarse a hablar de política. De esta forma, la subtrama política permea la serie, pero hay pequeños arcos o números autoconclusivos donde se habla de niños abandonados, sectas modernas y cualquier aspecto de la civilización que Ellis y Robertson quieran criticar. Spider se ve auxiliado (u obstaculizado) por dos "asquerosas ayudantes" (como él las llama) que le pone el periódico y cuya relación con él pasa del odio al simple desprecio (no estoy seguro de que a Ellis le hubieran dejado escribir algo tan incorrecto hoy en día).

La serie se desarrolla frenéticamente. El detallado dibujo de Robertson le viene como anillo al dedo y ayuda a entrar en situación. Es sorprendente que un dibujante de línea más o menos clara y procedente de Marvel sea capaz de dibujar tanta basura diferente, pero lo consigue y eleva aún más la calidad de la obra.

La serie concluye bastante bien (algo sumamente difícil en estos casos) y deja con bastantes ganas de más. Pese a que algunos gags se van repitiendo (el disruptor intestinal que Spider utiliza como arma) ninguno llega a hacerse cansino. Muy recomendada.

     (5/5)

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Y, el último hombre de Brian K. Vaughan y Pia Guerra

Por Er-Murazor domingo, julio 31, 2016 , , , Sin comentarios
Y, the last man (traducido por Y, el último hombre en España) es una obra de ciencia-ficción realizada por el guionista Brian K. Vaughan y la dibujante Pia Guerra publicada en USA entre los años 2002 y 2007.

La premisa de Y es muy sencilla: Un día (que podría ser hoy, no está ambientada en el futuro) mueren todos los mamíferos con cromosoma Y del planeta. Hombres, perros, gatos, ardillas,... todos los machos del planeta fallecen dejando solo a las hembras de su especie. ¿Todos? ¡No! Una heroica aldea resiste, hoy y sie... digo, por una razón desconocida sobreviven Yorick Brown y su mono amaestrado Ampersand. La historia de Y es la historia de cómo Yorick, la agente secreto 355 y la doctora Alison Mann tratan de encontrar la respuesta a la plaga para repoblar el planeta.

En una obra como esta, lo menos importante en realidad es qué ha causado la plaga o qué va a pasar con los protagonistas. Vaughan tiene bastantes recursos para narrar las consecuencias inmediatas que tiene la desaparición de la mitad de la Humanidad (gobiernos vacíos, accidentes masivos de tráfico y el colapso de la civilización en general). Diversos países afrontan de distintas maneras lo sucedido. La gente enloquece, hay suicidios, surgen sectas,... Las posibilidades son infinitas y Vaughan tiene buenas ideas para aprovecharlas.

El primer pero que se le puede hacer a la obra es lo que elige contarnos el autor. Vaughan sería en su momento guionista de Lost y, como en esa serie, se muestra más interesado por el viaje personal que por el ambiente que los personajes atraviesan. El trío protagonista va atravesando zonas de EE.UU. primero y países del mundo después y solo nos muestran retazos de las situaciones mientras Yorick, 355 y la doctora Mann se embarcan en inacabables disquisiciones filosóficas sobre la vida, la muerte y lo que se les ocurra. A ver, es una opción y el autor no engaña a nadie (el protagonista tiene nombre de personaje de Shakespeare), pero es un poco frustrante que situaciones con mucho potencias se abandonen porque toca terminar un tomo y empezar el siguiente. La cosa se agrava si, como es mi caso, Yorick se hace totalmente insoportable. Tiene 22 años al comienzo de la obra, pero su madurez y tolerancia a la frustración es equivalente a la de un crío de diez años menos. Ni siquiera le queda la opción de justificarse en la traumática situación que está viviendo, ya nos dicen desde el principio que él venía así de serie. Hay un arco argumental sobre un trauma infantil del protagonista que en su momento estuvo a punto de hacerme abandonar la serie.

La temporalización es otro pero que se le puede poner a esta obra. Ya he dicho que las interrupciones entre tomos se notan demasiado. A veces se va leyendo y los personajes terminan la acción en un sitio para desplazarse al siguiente de forma demasiado abrupta, casi como si fueran pantallas de un videojuego. Además, la obra se desarrolla en tiempo real, lo cual para mi representa otro inconveniente. En las series de TV se nota menos, porque si uno ve una temporada en plan maratón, al final se ha tragado veinticuatro horas de imágenes. Se hace suficientemente largo como para que nos podamos creer que ha pasado un año. Pero los tebeos se leen bastante más rápido, y cuando uno se lee doce tebeos y le dicen "ha pasado un año", la sensación que queda es de interrupción. Y realmente tampoco es muy necesario ese salto, no hay nada en la trama (hasta el final) que necesite que transcurran meses para ser contado. En algunas tramas incluso es algo increíble, porque tenemos que creernos que los personajes pasan meses sin reaccionar ante ciertas situaciones hasta que todo explota y entonces toman medidas.

He hablado mucho del insoportable Yorick porque las otras dos protagonistas están algo menos perfiladas. 355 es una agente del gobierno obsesionada con su misión (en este caso, proteger a Yorick) y bastante plana al principio, y la doctora Mann es una bióloga que cree tener algo que ver con la plaga. Más interesantes son los personajes con los que el trío protagonista se va encontrando y las diversas opciones que han tomado para afrontar la vida en el nuevo mundo.

En una obra donde se explora una sociedad sin hombres, es inevitable hablar de teorías feministas. Los autores recogen bastante bien el tema (creo que en este tebeo es donde primero leí yo el concepto de "patriarcado") y aparecen desde mujeres a las que el tema filosófico les da igual y solo quieren sobrevivir hasta las que defienden teorías más o menos radicales que consideran justificadas por la nueva situación. Los autores son más o menos asépticos y no se inclinan por defender ninguna teoría en concreto, aunque yo creo que abogan soterradamente por la igualdad, porque al final el mundo plenamente femenino no es ni mejor ni peor que el que tenemos ahora, viéndose reproducidos muchos de los defectos de la sociedad actual. También es verdad que la sociedad que nos muestran está recién separada de los hombres, y puede caber la duda de si evolucionará con el tiempo en algo mejor.

El dibujo de la obra es claro y limpio, casi con reminiscencias del francobelga. Quizá a una obra como esta le pegara un trazo más sucio, pero lo cierto es que yo lo agradezco (ya dije en la reseña de Scalped que el dibujo feísta estuvo a punto de echarme de la lectura) aunque es verdad que en algunas escenas concretas parece demasiado naïf.

Para concluir, el final de la obra eleva mucho el nivel de la misma. A la hora de darle explicación a la plaga, Vaughan opta por no dar una respuesta definitiva, sino que diversos personajes van soltando sus hipótesis, que son más elaboradas cuanto más avanza la obra. A mi me convence por completo una de ellas porque explica qué ha pasado y, sobre todo, por qué precisamente dos machos y ninguno más han sobrevivido. La conclusión está muy bien hecha (aunque el destino de uno de los personajes se me hace precipitado) y el último número deja muy buen sabor de boca. Aún así, yo habría preferido un desarrollo más centrado en el ambiente y menos en los personajes, pero todo no se puede tener.

     (3,5/5)
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domingo, 24 de julio de 2016

Scalped, de Jason Aaron y R. M. Guéra

Por Er-Murazor domingo, julio 24, 2016 , , , Sin comentarios
Iniciamos una nueva sección en este blog dedicada al comentario de tebeos  ya que este mes de julio me he dado una buena mano de leer viñetas.

La primera obra que he devorado este mes de julio es Scalped, un tebeo de género negro negrísimo guionizado por Jason Aaron y dibujado por R. M. Guèra. En USA constó de sesenta entregas mensuales que aquí en España recopilaron las editoriales Planeta y ECC en diez tomos y que ahora está reeditando la propia ECC en tres tomacos gordotes. [2]

He dicho "devorar", aunque en puridad mi enamoramiento con la serie comenzó en el segundo tomo planetario (número 7 USA). El guionista utiliza la técnica de comenzar a contar las cosas in media res, y la verdad es que el primer tomo se me hizo largo.

Lo que nos cuentan en esta serie es el retorno de Dashiell Caballo Terco a su lugar de nacimiento del que huyó quince años atrás: la reserva india de Prairie Rose (Dakota del Sur) cuyos habitantes languidecen atrapados por la delincuencia, las drogas y, en general, la apatía por la vida. Un ambiente totalmente deprimido acentuado por el dibujo feísta de Guèra y cuyo comienzo recuerda inevitablemente a la novela Cosecha Roja de Hammett (lo cual nos da otra pista de que el nombre del protagonista no es casualidad). El dueño absoluto de Prairie Rose es Lincoln Cuervo Rojo, padre de una antigua novia de Dashiell y dueño de un casino de próxima inauguración que (se supone) traerá fortuna a la reserva.

Si bien desde el primer número Jason Aaron no escatima las sorpresas (empezando por el verdadero motivo de la vuelta de Dashiell a Prairie Rose), es a partir del número 7 USA cuando realmente entramos en la historia. Mediante flashbacks muy bien narrados, los autores nos cuentan detalles del pasado de todos los protagonistas, consiguiendo que el lector empatice hasta con un cabrón como Cuervo Rojo, que por momentos se convierte en el verdadero protagonista de la obra.

Scalped es una gran obra. Una vez situadas todas las piezas en el tablero, la historia comienza a fluir alternando momentos de enorme acción (Aaron sigue la máxima "si no sabes cómo seguir la historia, haz que disparen a alguien") con otros de introspección y desarrollo de personajes. Se intercalan varios flashbacks que, aunque interrumpen la trama principal, no estorban por lo bien contados que están.

Para terminar, debo también alabar el final de la obra. Aaron consigue cerrar todas las tramas que abre de forma lógica y coherente. Hay personajes irreconocibles si se les compara con lo que eran al principio, pero la evolución es totalmente lógica. El final tiene tintes agridulces, como debe ser en una buena obra de género negro. Podría acusarse de precipitación a la resolución de la trama principal (el regreso de Dash a Prairie Rose), pero en realidad era imposible resolverlo de otra forma. Una obra totalmente redonda.



     (5/5)


[1] Creo que esto son "comics", pero yo siempre me lío con esto de las nomenclaturas entre comics, novelas gráficas y demás, así que llamo tebeos a todo

[2] Del tema de las ediciones de DC en España ya hablaremos otro día. Yo tengo la edición doble Planeta-ECC, pero el record de ediciones en mi tebeoteca lo tiene Sandman, que inicié con Zinco, continué con Norma y rematé con Planeta. Cuando me compre el Sandman Overture de ECC tendré la misma obra con ¡cuatro! editoriales distintas.
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