Abres uno de esos libros que llevan años en tu estantería, con las hojas amarillas, y al abrirlo percibes el olor a libro viejo. Y acercas la nariz a las páginas para notarlo mejor.
Siempre y cuando no seas alérgico al polvo, claro.
[via kelly.marie]
Un auténtico placer. Dicen que el olfato es el más poderoso evocador de los recuerdos...
ResponderEliminarA mí también me encanta el olor de los libros, ya sean viejos o nuevos, siempre son una promesa de increíbles lecturas. Un abrazo
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