Por qué no voy a ir a la FLM13

Llega junio y, como cada año, la Feria del Libro de Madrid se instala en el Parque del Retiro. He visitado sus casetas durante muchos años, y siempre ha sido una especie de tradición ir a ojear lo que por allí se vendía y volver a casa con cuatro o cinco libros nuevos bajo el brazo. Pero el año pasado ya me dio algo de pereza ir. Y a pesar de todo, al final me dejé caer a hacer la visita de rigor.

Sin embargo, este año no me veréis el pelo por allí. ¿Por qué? Os lo cuento a continuación:

1. 1. Las aglomeraciones: O vas a visitar la FLM un martes a las tres de la tarde, o vas a tener que enfrentarte a una inmensa marea de gente intentando ver los puestos a la vez que tú. Además, como es obvio, la cantidad de maleducados que te encuentras es directamente proporcional a la cantidad de gente que haya: El señor que se para en seco sin previo aviso, la señora que te mete el codo en las costillas para hacerse hueco porque JUSTAMENTE quiere coger el libro delante del que estás tú parado y no puede esperar veinte segundos, el chico que está en babia y te atiza con la bolsa que lleva repleta, clavándote algún pico de libro en el brazo...
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3. 2. Los libreros: Mucho y muy extenso se ha hablado de lo maravilloso que puede resultar un librero o un bibliotecario que te conozca, sepa qué libros te gustan y aconseje bien, que pueda encontrar el libro perfecto para ti. Eso no lo vas a encontrar en la FLM. En la Feria vas a encontrar vendedores, a secas, que están demasiado atareados tratando de atender a los centenares de personas que se amontonan delante de sus casetas y no van a tener tiempo para atenderte. Y por supuesto, es imposible que ninguno de ellos te conozca como el librero de esa pequeña tiendecita a la que acudes asiduamente, al que le cuentas qué te parecieron los últimos libros que te vendió, y te recomienda los siguientes de acuerdo a eso.
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5. 3. Los precios: Uno de los supuestos atractivos de la FLM es que todos los libros están rebajados, y por tanto te sale más barato hacerte con esas novelas a las que llevabas tiempo queriendo hincarles el diente. Sin embargo, vamos a ser sinceros: Estamos hablando de un descuento del 10%, lo que quiere decir que te ahorras entre uno y dos euros por libro. Así que sí, si planeas comprarte 30 o 40 libros, es posible que te salga rentable. Pero si solo vas a comprar uno o dos, te pueden salir más caros los billetes de transporte público para ir que lo que puedas ahorrar por comprar el libro. Y teniendo en cuenta los descuentos que tiene Amazon todos los días del año, dudo incluso que los libros realmente sean más baratos en la Feria.
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7. 4. La oferta: Igual siempre ha pasado y yo no he sido consciente hasta hace unos pocos años de ello, pero vengo observando que los libros expuestos en "primera línea" en las casetas de la FLM son en buena parte siempre los mismos. La docena de libros que está de moda ese año, en primera línea. Los que triunfaron el año pasado, en segunda (por si acaso). Juego de Tronos, en una de las estanterías altas del fondo o en un lateral, para los que se han puesto a ver ahora la serie. Y luego las casetas de las editoriales pequeñas, con libros de los que muy poca gente ha oído hablar. Cada vez la oferta es más homogénea, y eso invita muy poco a visitar todas las casetas. Además, o vas con una idea preconcebida de "Voy a ir a comprarme este, este y este otro libros", o lo más probable es que acabes adquiriendo alguno casi por compromiso ("Pero hombre, ¿cómo voy a ir y no me voy a comprar ninguno?"). Y dado que yo este año no tengo ninguno pendiente, porque me los he ido comprando todos a medida que han ido saliendo, no tengo especial necesidad de ir.
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9. 5. Las actividades: O te organizas la visita a la FLM específicamente para asistir a alguno de los eventos que se montan, o como mucho tendrás ocasión de pasarte por alguna firma de libros que coincida en el rato en que estás por allí paseando. Firmas que, en el 90% de los casos, son las mismas de todos los años. O Francisco Ibañez, Rosa Montero y Antonio Gala sacan un libro todos los años, o simplemente tienen hueco fijo en las casetas porque sí, pero no hay Feria de la que no puedas salir sin la dedicatoria de los tres. Además, que podéis llamarme rarito, pero a mí que me firme así un libro el autor no me hace ilusión. Para él no soy nadie, solo uno más en una marabunta de miles de personas que le ponen una hoja en blanco delante para que eche mi firma. Prefiero mil veces que me dedique un libro regalado la persona que me lo compró, que pensó en mí y en mis gustos y creyó que podría gustarme leerlo, que el propio autor, que no sabe quién soy, no me ha visto nunca antes, y no me volverá a ver jamás (o, dependiendo de los casos, hasta la próxima Feria).
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11. 6. Los libros amontonados en casa: Viviendo con otras tres personas en una casa de 70 metros cuadrados tampoco puede decirse que tenga todo el espacio del mundo para meter libros. Así que cada vez tengo que ser más selectivo con los libros en papel que me compro, pasarme más al eBook... E ir a la la FLM no ayuda. Principalmente, por lo que he comentado ya en el punto 4. Además, todavía tengo varios libros dando vueltas por casa que he comprado en ediciones anteriores de la Feria y que todavía no he leído, así que ir a comprar más es, hoy por hoy, una tontería.
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13. 7. El clima: Por último, pero no menos importante, está también el tema del tiempo, que está muy loco. A estas alturas del año, en años pasados, la primavera ya estaba casi terminando y nos acercábamos al verano. Pero 2013 está siendo muy distinto, hemos tenido más de cien días de febrero, y solo ahora parece que por fin empieza a hacer bueno. Lo que quiere decir que los árboles se han esperado hasta ahora para empezar a liberar polen. Y como alérgico a las gramíneas tengo muy poco interés en ir a meterme de cabeza en uno de los pulmones verdes de la capital para descubrir que la FLM de este año está cubierta por toneladas de volutas blancas caídas de los árboles.

Así que por todo esto, este fin de semana lo dedique a cualquier otro tipo de actividad en vez de ir a la Feria. Como por ejemplo, a leer. ¿Os he dicho ya que mañana sale un libro que llevo esperando con muchas ganas desde hace tiempo?