Hoy lo que vengo a hablaros es de tres libros que abandoné. No son libros que haya dejado de leer pensando "Lo aparco temporalmente, y ya volveré a él". Hay veces que estoy con un libro y, ya sea porque aparece una novedad que me interesa especialmente o simplemente no tengo el ánimo en ese instante de seguir leyendo esa obra, la aparco para otro momento más propicio. Pero no, estos libros de los que hablo hoy directamente me disgustaron tanto que no fui capaz de terminarlos, y no tengo ninguna intención de volver a intentarlo. Lo cual, dicho sea de paso, es bastante considerable para mi, ya que soy de terminar los libros aunque sean malos. Pero hay veces que ni por esas, que el libro me parece tal pérdida de tiempo que decido abandonar por completo. A fecha de hoy he abandonado seis libros (que yo tenga constancia, al menos), por lo que este será un post doble. Vamos allá con la primera parte:
"Lo mejor que le puede pasar a un cruasán", Pablo Tusset
Me lo habían recomendado por varios sitios como un libro divertidísimo y con el que no iba a parar de carcajearme, con un argumento ágil y adictivo... Lo cual no tenía nada que ver con lo que me encontré. Hasta donde fui capaz de leer, el protagonista era un tipo descuidado, cerdo, grosero, borracho y putero que se dedica a soltar barbaridades a la mínima de cambio. En casi 200 páginas de libro la historia no había dado más que cuatro pasos torpes mientras que la vida más barriobajera y sucia de Barcelona había sido descrita con todo lujo de detalles. Abandoné la lectura justo después de terminar un párrafo donde se describían, con todo lujo de detalles, los sonidos y sabores de un eructo que el protagonista acababa de tirarse.
"Taliesin", Stephen R. Lawhead
Prometo que con este libro lo he intentado. Hasta en cuatro ocasiones. Pero es que no hay manera, la historia me aburre como ella sola, y siempre he encontrado algo más interesante que leer mientras intentaba avanzar en este libro... Aunque fuese la etiqueta del champú. Creo que la escena del tercer o cuarto capítulo en el que en los juegos deportivos atlantes el toro le mete una cornada a uno de los participantes formaría ya parte de mis pesadillas si no fuese por la falta de interés que me despierta. Por si eso fuese poco, encima, es el primer libro de una pentalogía. Y con una primera mitad de primer libro así de amena, cualquiera se atreve con el resto. El libro fue un regalo de un antiguo amigo mío, y cuando lo abrí recuerdo que me dijo "Y como son cinco, si este te gusta, ya tengo regalo que hacerte los próximos cuatro años." Pues muchas gracias, hombre. Abandoné este libro justo... justo cuando encontré una excusa para pasar a otra lectura.
"El péndulo de Foucault", Umberto Eco
La segunda mitad de "El nombre de la rosa" no me la leí, la devoré. Me enganchó como pocos libros hasta la fecha y cuando lo terminé pasó a formar parte de mi top-10 de libros. Así que el paso casi lógico a continuación era buscar otro libro del mismo autor que tanto me había maravillado en la novela protagonizada por Guillermo de Bakersville. Y así llegó a mis manos "El péndulo de Foucault". Qué decepción más grande. El prólogo del libro es una demostración de sapiencia por parte de Eco, que se tarda el doble de lo que debería en leerse porque emplea una forma de expresarse tan pedante y rebuscada que cuesta entender lo que dice. A continuación la historia se remonta a los recuerdos del personaje protagonista, y en más de 400 páginas la historia no avanza absolutamente nada. Abandoné este libro cuando, después de un viaje de más de una hora en transporte público leyendo me di cuenta de que había pasado todo el tiempo leyendo sobre religiones animistas brasileñas precoloniales y todavía no tenía ni la más remota idea de qué estaba pasando en la novela. Lo consideré una pérdida de tiempo, y lo dejé.
Y hasta aquí el repaso a la primera mitad de los libros que, a fecha de hoy, he dejado de leer para no retomar jamás. Como todo, puede que me equivoque y que tal vez después de ese desmesurado eructo del protagonista del libro de Tusset, tras la cogida del toro en "Taliesin" o quizás en las últimas veinte páginas de la novela de Umberto Eco encontrase unas de las mayores joyas de la literatura que existen en el mundo. O tal vez no y la impresión que me dieron en lo que llevaba leído hasta el momento reflejaba el carácter del resto de las obras. Sea como fuere, son libros que si han de ser disfrutados por alguien, será alguien que no soy yo. Y tú, que estás leyendo esta entrada... ¿has leído alguna de estas tres historias? ¿Qué te parecieron?
La segunda mitad de "El nombre de la rosa" no me la leí, la devoré. Me enganchó como pocos libros hasta la fecha y cuando lo terminé pasó a formar parte de mi top-10 de libros. Así que el paso casi lógico a continuación era buscar otro libro del mismo autor que tanto me había maravillado en la novela protagonizada por Guillermo de Bakersville. Y así llegó a mis manos "El péndulo de Foucault". Qué decepción más grande. El prólogo del libro es una demostración de sapiencia por parte de Eco, que se tarda el doble de lo que debería en leerse porque emplea una forma de expresarse tan pedante y rebuscada que cuesta entender lo que dice. A continuación la historia se remonta a los recuerdos del personaje protagonista, y en más de 400 páginas la historia no avanza absolutamente nada. Abandoné este libro cuando, después de un viaje de más de una hora en transporte público leyendo me di cuenta de que había pasado todo el tiempo leyendo sobre religiones animistas brasileñas precoloniales y todavía no tenía ni la más remota idea de qué estaba pasando en la novela. Lo consideré una pérdida de tiempo, y lo dejé.
Y hasta aquí el repaso a la primera mitad de los libros que, a fecha de hoy, he dejado de leer para no retomar jamás. Como todo, puede que me equivoque y que tal vez después de ese desmesurado eructo del protagonista del libro de Tusset, tras la cogida del toro en "Taliesin" o quizás en las últimas veinte páginas de la novela de Umberto Eco encontrase unas de las mayores joyas de la literatura que existen en el mundo. O tal vez no y la impresión que me dieron en lo que llevaba leído hasta el momento reflejaba el carácter del resto de las obras. Sea como fuere, son libros que si han de ser disfrutados por alguien, será alguien que no soy yo. Y tú, que estás leyendo esta entrada... ¿has leído alguna de estas tres historias? ¿Qué te parecieron?
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