Lo recuerdo con mucho cariño porque forma parte del, probablemente, único libro que me obligaron a leer en el colegio y que me gustó. Algunas otras de las Leyendas de Béquer también son maravillosas (y recomiendo muchísimo leer "La Cruz del Diablo", "El Monte de las Ánimas", "Los Ojos Verdes", "El Rayo de Luna" [1], "El Beso" o "La Corza Blanca"), pero "El Miserere" es sin duda la que más me atrajo en su momento.
La historia se desarrolla durante un Jueves Santo en Navarra, en la abadía de Fitero. Un músico llega al susodicho convento y cuenta a uno de los religiosos allí que anda a la búsqueda del Miserere definitivo, la máxima expresión musical de petición de misericordia a Dios. Y así es como el religioso le habla de la música que resuena en el monasterio en ruinas durante la noche de Jueves Santo, lo cual da lugar a una visita al lugar en cuestión.
Se trata, como todos los relatos de la época del Romanticismo, de una historia muy ligada con la muerte, la condenación infinita, la redención o la locura. Y las palabras y la forma de contar las cosas que tiene Bécquer son capaces de evocar imágenes cargadísimas de energía en la imaginación del lector, especialmente para un chico de 13-14 años impresionable y con mucha imaginación [2]. Desde ese momento, me volví un gran aficionado al pequeño tomo de Ediciones Libra de las "Rimas y Leyendas" que heredé de mis padres, gastado y con alguna hoja a punto de caerse. Es de lejos el libro que más veces he releído, y cuando encontré la misma edición en la Cuesta Moyano, pero sin las páginas cayéndose a cachos, me la volví a comprar, para poder de esta forma mantener ese pequeño tesoro y recuerdo durante muchos años más.
Así que si no habéis leído este clásico de la literatura universal, que no os asuste pensar que es una de las lecturas que normalmente se meten con calzador a los chavales en clase de Literatura (que ya me diréis vosotros hasta qué punto puede comprender un chico de 13 años la profundidad, motivaciones o segundas lecturas de libros como "La Celestina" o "El Buscón"). Es una maravilla, uno de esos libros que sé que jamás faltarán en mi estantería.
Título
El Miserere
Autor
Autor
Gustavo Adolfo Bécquer
¿Dónde encontrarlo?
¿Dónde encontrarlo?
Rimas y Leyendas (Biblioteca Edaf, 1983)
[1] Por favor, si no habéis leído "El Rayo de Luna" hacedlo YA. Bueno, después de "El Miserere".
[2] Sí, estoy hablando de mí mismo en el momento de leer el relato
[1] Por favor, si no habéis leído "El Rayo de Luna" hacedlo YA. Bueno, después de "El Miserere".
[2] Sí, estoy hablando de mí mismo en el momento de leer el relato
Magnífica recomendación. Adolfo Bécquer es un auténtico maestro del relato corto. Uno que me encantó de él fue Maese "Pérez el organista".
ResponderEliminarCuriosamente, Bécquer parece ser un escritor "de ciencias". A mi las Leyendas me encantan (las Rimas no tanto, tampoco vamos a mentir a estas alturas) y mis compis de Lengua, con relativa frecuencia, abominan bastante de él. Debe de ser uno de los primeros escritores frikis que se recuerdan.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Bécquer es uno de los grandes, y atemporal, nunca pasará "de moda".
ResponderEliminarEsta no es precisamente mi leyenda favorita, pero bueno, es que todas son geniales.
También de acuerdo en el tema de las lecturas obligatorias en el colegio, que si por ellas hubiera sido, jamás habría cogido afición a la lectura.
¡Besos!
Picatrix: Muchas gracias! A mí Maese Perez también me encantó, pero no me impactó tantísimo como esta. Y luego es curioso que otras, como "El Cristo de la Calavera" me han ido gustando más a medida que ha ido pasando el tiempo. Por cierto, un placer tenerte por estos lares :D
ResponderEliminarZor: Vaya, pues no lo había pensado así, como que es un autor "de ciencias", pero es probable que tengas razón. Y jo, la verdad es que me cuesta creer que haya profes de lengua odiándolo. Pero bueno, como todo, va por gustos...
Lady: Lo de las lecturas obligatorias es de traca. Hay muchos libros que seguro que ahora me encantarían pero a los que no puedo ni acercarme de lo mucho que acabé aborreciéndolos en el colegio... Lo peor que puedes hacer para fomentar la lectura es obligar a alguien a leer, y sobre todo a leer algo que no corresponde a su edad.
que linda recomendacion si q era un sabio :) (y)
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