Antes de que los cuelguen, Joe Abercrombie

Hace ya bastante que hablé de "La voz de las espadas", la primera parte de la trilogía de La Primera Ley. Sin embargo, no pasó tanto tiempo desde que terminé uno hasta que empezé el siguiente. Mi intención inicial era espaciar un poco las lecturas, cambiar un poco de aires y retomar la historia de Abercrombie más adelante, cuando ya me volviese a picar el gusanillo de saber cómo continuaba todo aquello. Pero si recordáis mi reseña anterior, la entrega inicial me encantó. Y llevando la trilogía entera en el eReader como la llevaba, fue terminar uno y empezar el segundo [1].

Aviso: Esta reseña puede contener (y contiene) spoilers del primer libro. Avisados quedáis.

Con "Antes de que los cuelguen" Abercrombie no solo no decepciona, sino que reafirma las cualidades de excelente narrador de fantasía de las que ya hacía gala en la primera entrega. La historia que cuenta La Primera Ley no puede ser entendida como tres libros más o menos independientes que juntos forman un todo, sino que más bien es un solo libro dividido en tres partes. Así pues esta segunda parte continúa en el punto exacto donde quedaron los personajes al final de "La voz de las espadas". Y donde hasta el momento la historia se había ido concentrando en la ciudad de Adua, este será ahora el punto de origen para tres caminos con direcciones radicalmente distintas. La expedición de Bayaz, formada por Logen, Jezal, Ferro, Quai y el hermano Pielargo parten hacia el Confín del mundo. El inquisidor Glotka se marchará al sur, a la ciudad de Dagoska, a hacerse cargo de las defensas de la ciudad contra el ataque del ejército Gurko en un ambiente rodeado de intrigas y traiciones. Y el comandante West es mandado al norte a luchar contra los ejércitos de Bethod, región por la que pulula el genial grupo de norteños que habitualmente acompañaban a Nuevededos en sus aventuras.

Y así, a través de estas líneas, se mezclan a la perfección y justa medida todos los elementos de una buena novela de fantasía. La exploración, los paisajes exóticos, las luchas encarnizadas y las intrigas políticas encuentran todos su lugar en esta historia a tres bandas. Hay personajes a los que les coges cariño, otros a los que odias. Algunos a los que ves evolucionar y pasan de caerte como un tiro a sentir simpatía por ellos, y otros con los que, a pesar de que a primera vista puedan parecer horrendas bestias sedientas de sangre, acabas empatizando mucho y disfrutando con sus andanzas. Porque además de ser una historia bien regada de sangre y muertos, deja también lugar para situaciones cómicas y muy entretenidas. Vamos, que es una historia que te engancha y no te deja escapar ni por un solo instante.

El único "pero" que he podido encontrarle a este libro es, precisamente, que no es un libro como tal, sino solo una parte de un todo más grande, que no puede leerse de forma independiente y que por tanto, en caso de que contemplarlo como unidad aislada, es un libro que ni empieza ni termina. También conozco a gente que ha encontrado el libro demasiado predecible y les he visto anticiparse a los grandes "giros argumentales" desde mucho antes de que sucediesen. Personalmente considero que Abercrombie va efectivamente dejando pistas más que suficientes de lo que va a pasar posteriormente, pero que cuando el lector llega a ello, ve confirmadas sus teorías, pero además recibe el bonus del por qué eso que había anticipado es así, conduce a algo así como una "recompensa" por sus pesquisas.

Como decía en la reseña de la primera parte de La Primera Ley, "Antes de que los cuelguen" es una demostración de cómo hacer bien las cosas a la hora de escribir fantasía heróica. Un libro fantástico que me ha atrapado de principio a fin y con el que he disfrutado como un enano. Muy pero que muy recomendable.

         (5/5)

[1] Y a modo de avance os digo que obviamente, en cuanto me terminé el segundo, me lancé a devorar el tercero. ¿Acaso esperábais otra cosa?